martes, 4 de septiembre de 2007

People in the streets

El mae piensa solo en términos de cuentas bancarias, ya la mitad del pueblo lo sabe. Todo el mundo lo conoce aquí. Cuando lo veo a los ojos, solo veo el signo de money, money...Yo no le caigo bien.

Esa macha vive en un lugar que a mi no me encanta, en realidad, es apatía lo que siento cuando voy ahí. Pero esta ubicadísima en la vida, bueno parece....habla mucho, pasa de un tema a otro con facilidad y un brevísimo respiro.

El sol me mueve todo, aunque lejano y aparentemente inaccesible. Solo de pensarlo, los musculillos de la pelvis se contraen.

El borracho vive más tranquilo y posiblemente feliz que muchos con casa. Acomoda todo en la acera con un cuidado. Aquí 2, 3 botellitas, al lado el recipiente con la comida. Atrás la mochila donde lleva sus ropajes y un montón de vivencias al hombro. Nunca le he sacado ni una miradilla.

lunes, 3 de septiembre de 2007

The charmer

the charmer; in the damp celler of loneliness i sat cross-legged

hungry for my rice, and innocently looking inward.

the letter writer; i laughed a lot after hearing your voice also.

the charmer; the dark celler was only lit by a cheap candle, but out of the corner of my eye i saw were the monks had stashed the wine.

the letter writer; and what is your sisters name?

the charmer; secretly i drank one of the vintages.

the letter writer; you sound happier now.

the charmer; we clicked are heels, and laughed and danced together at the sound of our voices. it was like music.

the letter writer; i will call you.

hungry fssk



Pejibaye


Pasar por el Cerro de la Muerte siempre es absolutamente reconfortante para mi alma. Se me aquieta todo y caigo en un estado de asombro y contemplación. Por dejar atrás Cartago, la aventura de subir y bajar, y sentirse tan cerca de las nubes comienza.

Y aunque ésta vez lo atravesé entre la vigilia y el sueño, después de dormir solo 3 horas y saber que, al llegar al destino me esperaba un día de no parar, igual algo sentí por dentro, y esa sola sensación me cargó de energía para sobrevivir al calor y al trajín del Ebais de Pejibaye.

Es la cuarta gira de nuestra móvil odontológica, proyecto que comenzó hace ya algún tiempo, y que todavía no termina de echar alas. Sin embargo, cada experiencia es rica, trabajar en el campo es tan diferente a la burbuja citadina, cada personaje que se apuesta en nuestra silla, cada agradecimiento por llegar hasta su pueblo, donde a veces nadie se acuerda de que todos merecemos algún tipo de educación. Sudar todo el día bajo una mascarilla y conversar con el team…Y aunque la gente en su mayoría ande con el bolsillo muy limitado, saber que debes venderle la idea de que su salud vale más que otra cosa, y convencerles de gastar lo poco que tienen en una boca más saludable.

Compartir con gente humilde, con señoras que tienen 10 hijos y aparentan 20 años más de los que tienen, con muchachos que a sus 30 años han perdido la mitad de sus dientes y con apacibles damas que a los 45 llevan puesta una chapa de dientes hace 20. Saber que las cosas siempre pueden mejorar y tener la certeza de que hay tanto por hacer, amar cada momento y tener la fé de que la gente va a entender. No querer ser nadie más ni estar en ningún otro lado…