martes, 22 de enero de 2008

Voluntad

A veces queremos cosas o tenemos mil proyectos, pero nos quedamos en un plano superfluo de la situación y no alcanzamos las metas.

Esto pienso yo, puede deberse a muchas razones: no sabemos cómo hacer algo, no tenemos suficiente confianza, tenemos miedo de los resultados, del cambio, estamos inconscientemente apegados a ideas opuestas a lo que queremos o simplemente no lo deseamos con suficiente intensidad.

Siento, que la verdad, no hay que saber todo ni mucho de cómo hacer las cosas, tampoco como uno imaginaría hay que tener dinero para hacerlas, ni estar seguro de uno mismo ni de nada, lo único que se necesita es primero tener el deseo, que es per se una energía que lanzamos al universo.

Y luego, voluntad. Voluntad para abrirnos, voluntad para ver, para dejar que ocurra con nosotros lo que tenga que ocurrir.

miércoles, 16 de enero de 2008

Absurdos

Mi amiga tiene no sé cuantos años de estar peleando con su ex-marido musulmán por la custodia de sus 2 hijos, batalla en la corte de Santa Fe, huida a Costa Rica, ruina económica total. Juicios, abogados, migración. Una película de drama sin fin. El papá viene a visitarlos acá y los encuentra, se van de paseo, se toma el café y el vino con ellos y se va. Luego a ella solo le llega otra notificación: ésta vez quiere meterla presa.

Salí con alguien como un mes y medio, de pronto absurda y plenamente incapaces de comunicarnos, cada quien va por su lado, como si no hubiera pasado nada. Acepto mi responsabilidad, me sacó un montón de cosas que ahora quiero trabajar.

No sé como comunicarme con ciertas personas que ahora son clave. Es absurdamente difícil.

Este mes disparé la tarjeta de crédito, sin darme cuenta a un nivel elevado. Quien se mete en esas tiendas de Tamarindo a despilfarrar en vestidos de baño, que tienen precios para gringos.

Como no me paran nunca los oficiales de tránsito, estúpidamente se me olvidó pagar el marchamo para siempre.

martes, 15 de enero de 2008

Ilusiones

Te siento a ratos y deseo meterme profundamente en tí. Mi mente para y casi logro ponerla en blanco. Mi cuerpo se apodera del momento y se deja llevar, mis sentidos se despiertan y todo parece detenerse, la percepción ha cambiado y yo también.

Reconozco al fantasma, y lo puedo observar. Tiene el poder, siempre lo ha tenido, y no lo quiere soltar. Me abro y conscientemente le otorgo lo que hasta ahora ha sido suyo, pero le cuento entre risas que lo estoy viendo.

Al verlo atenta y vigilante se desvanece y me mata de risa. Por un instante le percibo como es: fantasmagórico e irreal. Entonces tengo la sensación de que todo es una ilusión. El ha sido el escritor del guión de mi película. Dueño y señor lo ha dispuesto todo a su antojo, pero ese todo es falso como él, no podría ser de otra manera.

Empezando porque todo lo ha separado, me ha hecho pensar que soy un montón de fragmentos que se pelean entre sí y que nunca llegan a un acuerdo. Me desconecta, y altera toda la percepción a través de sus interpretaciones basadas siempre y predeciblemente en el miedo. Quiere competir y necesita ser alimentado como un parásito que no para de comer. Se maneja con ira, es envidioso, glotón, ambicioso y arrogante.

Hoy, tirada en mi cama, me he reido de mi misma, y de todo, he tenido la certeza de que todo es pura ilusión.

viernes, 11 de enero de 2008

Naturlich

Soy una luz más. Estoy llena de algo, que no sé que es, vacía al mismo tiempo me muevo interminablemente por un camino al cual no estoy muy consciente de como llegué. Pero heme aquí, presente entre noche y día, entre amores y odios, entre bienvenidas y rechazos, entre días conmovedores y momentos de pesadumbre total.

La luna me sonríe y me alumbra las noches de deseo, el sol cuando le da la gana me acaricia y se me mete como debajo de la piel, insoportable a veces, invasivo y perturbador. Otras, invicible y escondido, haciéndose extrañar, porque sabe que se le necesita como personaje principal.

Las montañas en cambio, no piden ni dan nada, solo son la imágen más imponente ante mis ojos que habitan un lugar donde siempre están presentes. Gigantescas y llenas de magia y puro, aunténtico misterio. Al árbol le siento más cercano, porque me apetece compararlo conmigo misma, aunque seamos tan diferentes, objeto orgánico pegado a la tierra que es su fuente, inseparable, tranquilo, que no espera nada más que lo que ella le pueda dar. Abierto y dispuesto a tomar y ser el vecino apacible que no ataca, que no hurta, que vive pleno con lo que tiene, y que no tiene miedo a su propia decadencia, sabiéndola parte natural de él.

El río que fluye, porque sabe lo que recibe y también exactamente lo que tiene que hacer. El mar, salado, al que le llega el agua dulce sin pedirlo, sin hacer el mínimo esfuerzo, pero que en su inmensidad sigue siendo él mismo, y respeta sus límites aunque la luna lo enfurezca a veces.

La arena que es el puente entre dimensiones, líquido y sólido, hogar cada una de esos seres que solo saben vivir ahí. Intermedio que lo comunica todo con sabiduría propia de su estado esencial. Nubes que se transforman todo el tiempo, manipuladoras de la forma, porque saben que son vistas, que la sustancia pasa por ellas y que el movimiento es per se.

Viento que da frío, que alivia los calores, que produce placer y malestar. Que salva y destruye, que ama sin parar. Agua que hidrata y da vida, que ahoga y abraza. Bosque, que alivia, que da refugio, que acoge con intención maternal. Nada, que lo absorve todo, todo, todo, que incluye, que no deja nada ni a nadie por fuera, consciencia que acoge la nada, con el silencio como su mayor testigo, su hermano fraternal.

Humanos que no se dan cuenta ni de la nada, ni de lo que hay en sus confines infinitos, esclavos de su cuento que es lo más irreal.