lunes, 12 de abril de 2010

Las flores. Parte I

Escrito en días del pasado Febrero, durante un retiro de silencio.

Anoché hablé con Sandra. Me hizo ver que todo sucede como debe de suceder, y que en realidad no hubiese sido posible que yo hubiera hecho las cosas diferentes. Es decir, que todo tenía que pasar como pasó.

Me ubicó, porque aunque una conoce esas verdades intelectualmente, no es sino, hasta que experimentas la cosa que puedes aplicarlas o no. Osea, lo que realmente importa es la experiencia. Y hoy puedo elegir aceptar la cosa en vez de seguir torturándome mentalmente porque una parte de mí tiene un juicio acerca de la cosa. Así fué, punto.

También me habló de algo que es evidente: la vida está siempre cambiando, moviéndose, no se queda estática y no hay mal que dure 100 años. Y mientras más aceptemos, más rápido cambia, entre más alimentemos el juicio, más se engorda la situación y podemos quedar estancados en ella más tiempo de lo necesario. Así que hoy me propongo meditar en la aceptación, pedir compasión, observar más atenta mis juicios sobre la cosa.

Hoy es el día del amor, hoy es un día muy significativo. Hoy hace 33 años, 2 células se volvieron cómplices para materializar la aparición de éste organismo en éste mundo. Ahí, me empezé a formar....de la nada....y en la nada, quiero navegar el día de hoy.

1 comentario:

: ) dijo...

Me gusta lo que has escrito :) me gusta saber que todo sucede como debe suceder y que no habríamos podido hacer las cosas diferentes, lo cual resume la búsqueda de años en dejarse llevar y disfrutar el día a día, espero que estés muy bien, cuidate