La caballería no va a venir a rescatarme. Aquí sigo esperando entre un paciente y otro, que a veces no aparece. Tiempo eterno sentada pensando como comenzar. Sin poder encender el motor, flirtiando con la vida mientras alcanzo esa chispa inicial, vital, necesaria....
Esto es un laberinto gigante, una búsqueda sin fin, cada paso cuenta. Al menos eso lo entendí.
El tiempo pasa, cada vez más rápido, amanece y me despierto, un nuevo día. Todos pasan y avanzo, camino en esas estrechas callejuelas de la vida, llegando a las esquinas sin saber que va a aparecer.
Me siento impotente, ésta es una vieja sensación de estancamiento. Cuando sientes que no te mueves, que no puedes comenzar con el plan que tienes.
En éstos tiempos hay definitivamente que tener un plan B, el de contingencia, porque todo es tan impredecible y esta cambiando tan rápido, que no te puedes atener a una sola cosa que das por sentada.
Pero cómo comenzar? Dónde está el fósforo que enciende el fuego?
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1 comentario:
Me gusta leer de vez en cuando tu blog :) te has vuelto más filosófica me agrada.
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